domingo, 9 de junio de 2024

La magia del "cortisol"


      Es cierto que hablar de todas estas cosas que afectan al cerebro nos lleva a un espacio sin fin, vamos de un sitio a otro de manera irrefrenable, un eslabón nos lleva a otro, otro a otro en una cadena interminable. En la conversación de ayer con mi amigo, el doctor Javier Raudó, hablamos de muchas cosas, pero tocamos durante un rato el asunto ─importantísimo─ de las hormonas y de los neurotransmisores; en concreto hablamos del “cortisol” (hidrocortisona).

      Sin ánimo de profundizar demasiado se puede decir que el “cortisol” es una hormona vital que desempeña un papel crucial en la respuesta al estrés y en la regulación del metabolismo. Aunque hay que añadir que es esencial para el funcionamiento del cuerpo, es de gran importancia mantener un equilibrio adecuado de "cortisol" en el organismo para prevenir efectos negativos en la salud. Javier me decía que es muy importante el entendimiento de esta hormona para generar hábitos saludables que contribuyan a nuestro bienestar general.

      El “cortisol”, es conocido comúnmente como la "hormona del estrés", y sabemos que se trata de una sustancia destacada en el funcionamiento del cuerpo humano. El “cortisol” se fabrica en las glándulas suprarrenales y desempeña un papel relevante en la regulación de diversos procesos fisiológicos y, sobre todo, en la respuesta del organismo ante situaciones de estrés. También, otra de las funciones principales del “cortisol” es la regulación del metabolismo, ya que promueve la liberación de glucosa en el torrente sanguíneo, proporcionando energía adicional al cuerpo. Además, actúa como un potente antiinflamatorio, ayudando a controlar la respuesta inflamatoria del sistema inmunitario.

      El cuerpo libera “cortisol” como parte de la respuesta de "lucha o huida", preparando al organismo para afrontar cualquier situación de estrés en la que nos encontremos. Pero ¡cuidado”, si tenemos niveles crónicamente elevados de “cortisol” esta hormona puede tener efectos negativos en la salud, como aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, supresión del sistema inmunitario y trastornos del sueño. Además, el “cortisol” puede influir en el estado de ánimo y la cognición. Niveles elevados de cortisol durante periodos prolongados se han asociado con ansiedad, depresión y dificultades en la toma de decisiones.

      El Dr. Raudó recalcaba en la conversación lo importante que es mantener un equilibrio saludable en los niveles de “cortisol” para así garantizar su función adecuada sin efectos adversos. Insistía en necesidad de la práctica regular de técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el ejercicio físico y la dedicación de tiempo para la relajación, ya todo ello puede contribuir a mantener el “cortisol” a niveles saludables.

      Y terminó diciéndome: 

      ─¿Sabes que la terapia musical puede reducir los niveles de "cortisol" en algunas situaciones?

viernes, 7 de junio de 2024

Los "solitarios" de siempre

      Jugar a hacer “solitarios” con una baraja de cartas puede tener múltiples beneficios neurocognitivos, aunque es importante destacar que los resultados de investigaciones en este tema puede variar y no todos los estudios coinciden en los mismos resultados.

      No obstante, se puede decir, sin mucho temor a errar, que algunos posibles beneficios incluyen: estimulación cognitiva, estrategia y resolución de problemas, concentración y atención, reducción del estrés, estimulación visual y entretenimiento.

      Es importante destacar que estos beneficios pueden variar según la gravedad del trastorno cognitivo de la persona en cuestión y, por supuesto, de la cantidad de tiempo dedicado al juego y del tipo (dificultad) de los solitarios utilizados. Además, hay que señalar como algo muy relevante, es que es crucial equilibrar el juego con otras actividades cognitivamente estimulantes y mantener un enfoque global en la salud mental y física.

      La neuroplasticidad es el motor de la capacidad del cerebro para adaptarse y reorganizarse en respuesta a nuevas experiencias, aprendizajes y lesiones. Este proceso permite que las neuronas y las conexiones sinápticas se modifiquen, fortaleciendo o debilitando las rutas neuronales según sea necesario. Gracias a la neuroplasticidad, el cerebro puede recuperarse de daños, mejorar sus funciones y desarrollar nuevas habilidades, lo que subraya su increíble capacidad de transformación y resiliencia.

martes, 4 de junio de 2024

El monstruo de la DEPRE...

 
    

      Ayer por la tarde estuve conversando con un amigo médico ─que sin ser neurólogo es un gran conocedor de esa especialidad─ y nos surgió una temática muy interesante. Le hice una pregunta sobre la frecuente prescripción de antidepresivos a los enfermos aquejados de alguna demencia, y de ahí saltamos a hablar, de manera más específica, sobre las posibles relaciones entre la depresión y las enfermedades neurodegenerativas.

      Él empezó diciendo que, según su criterio, la relación ─indudable─ entre la depresión y esas enfermedades es compleja y bidireccional, porque la depresión puede incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades de la mente y, a la vez, estos males pueden provocar la irrupción de depresiones. Entonces le pregunté:

      ─¿Entonces podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que existe una estrecha relación entre la depresión y los trastornos neurodegenerativos?

      Mi amigo respondió rápido:

      ─¡Sin duda ninguna! Hay investigaciones recientes que han demostrado que las depresiones pueden ser una factor de riesgo como síntoma de esas enfermedades.

      ─¿Quieres decir que hay estudios que sugieren que la depresión puede aumentar las posibilidades de que una persona desarrolle “a posteriori” alguna enfermedad como el Parkinson o el Alzheimer?

      Respiró hondo y después de una breve pausa comentó:

      ─Sí, pero lo que no se sabe aún son los mecanismos subyacentes de esa relación, pero pueden involucrar inflamación crónica, cambios en la neuroplasticidad y alteraciones en la bioquímica general.

      ─¿Explicaría eso el porqué la depresión en un síntoma muy común entre las personas con algún trastorno neurodegenerativo? ─le pregunté.

      ─Creo que sí, aunque le preguntaré a algún colega neurólogo que esté más al tanto de estas cuestiones, pero estoy bastante seguro que en las enfermedades como el alzhéimer, la demencia frontotemporal, el párkinson y el ELA (Esclerosis lateral amiotrófica) y otras, van paralelas a la depresión. Y, además, pienso que la depresión puede exacerbar los síntomas neurodegenerativos y afectar de modo negativo a la eficacia del tratamiento general. Y, por supuesto, a la calidad de vida del paciente.

      ─Imagino que quieres decir que la presencia de depresiones en los pacientes con enfermedades neurodegenerativas pueden complicar las terapias de ambas condiciones, ¿no?

      Se quedó un poco pensativo y habló como para sí mismo, con la mirada un poco perdida.

      ─Muy posiblemente, tanto la depresión como las enfermedades neurodegenerativas, compartan mecanismos biológicos, como la disfunción de neurotransmisores (por ejemplo, serotonina, dopamina), el estrés oxidativo y la inflamación neuroinmune.

      ─¿Y qué es el estrés oxidativo?... Bueno, déjalo, te veo un poco cansado, mañana, o pasado, seguiremos hablando de todo esto, ¿vale?...

jueves, 30 de mayo de 2024

El cubo de Rubik: activador neurocognitivo


      El juego del cubo de Rubik es considerado por muchos especialistas como un activador neurocognitivo debido a sus efectos positivos en el cerebro y en la cognición. Resolver un cubo de Rubik requiere una combinación de habilidades cognitivas y motoras, lo que lo convierte en un ejercicio mental estimulante. Algunos de los aspectos neurocognitivos que se ven favorecidos por el cubo de Rubik son: razonamiento espacial, memoria, concentración y atención, capacidad de resolución de problemas, coordinación motora y, por supuesto, la paciencia y la perseverancia.

      El cubo de Rubik (el pequeño, el 2x2) es posible aplicarlo a personas con algunos pacientes con trastornos neurocognitivos de carácter leve, e incluso, moderado pero hay que seguir unas secuencias o pautas didácticas muy precisas. Por ejemplo, primero hay que enseñar al paciente a poner una cara cualquiera con tres colores iguales. Al cabo de unos días (o semanas) de aprendizaje, enseñar los tres algoritmos básicos para hacer una cara completa de un color. Pero previamente tiene que aprender a manejar las manos haciendo una, o varias, secuencia de movimientos... 

      No, no es fácil la faceta pedagógica que exige trabajar con un paciente con el cubo de Rubik pero los resultados ─al cabo de cierto tiempo─ son muy alentadores y satisfactorios.

miércoles, 29 de mayo de 2024

¿Melatonina?

 

      Deseo comenzar esta entrada explicando que muchas de las ideas para los artículos proceden de lectores amigos que me hacen preguntas por WhatsApp. Aunque prefiero que las hagan en los 'comentarios'. La reflexión de hoy procede de una amiga que me plantea una pregunta muy genérica y de forma sintética en su mensaje: ¿Melatonina?

      Todos los que nos movemos en esta actividad de “cuidador” sabemos que es una ocupación de múltiples facetas y, una de las más arduas, es la de aprender y dominar un nuevo lenguaje y unos nuevos conceptos que antes no formaban parte de nuestras vidas.

      Hay que decir también, que en estos asuntos de ciencias, de una pregunta siempre saltamos a otra. Por ejemplo, si decimos qué es la “melatonina es una hormona” de inmediato salta a la palestra otro interrogante: ¿Qué es una hormona?, y la lista de cuestiones se puede hacer interminable. (Una hormona es una sustancia química producida por alguna glándula del cuerpo y que después se incorpora al torrente sanguíneo para actuar sobre otros órganos y tejidos, regulando distintas funciones fisiológicas del organismo).

      La melatonina parece que juega un papel relevante en el desenvolvimiento de la demencia, especialmente en el Alzheimer. Diversas investigaciones indican que los suplementos de esta sustancia pueden mejorar el sueño y ralentizar la progresión del deterioro cognitivo; la melatonina se produce de modo natural en el cerebro y se sabe que su producción disminuye con la edad y en pacientes con demencia. Además la melatonina tiene propiedades antioxidantes y anti-amiloides y así ayudan a proteger a las neuronas de la toxicidad que genera el beta-amiloide. ¿Muy complicado? Bueno, no hay preocupación, poco a poco nos iremos aclarando.

      También se ha observado que la melatonina puede contribuir a mejorar los síntomas del llamado “síndrome del ocaso”, que es el trastorno y la confusión que suelen tener al final del día los enfermos con alguna perturbación neurocognitiva.

      De todas maneras diremos que es imprescindible consultar con el médico antes de dar algún suplemento de melatonina (o de lo que sea) al enfermo ya que cada caso es único y tiene que ser evaluado individualmente.