jueves, 30 de mayo de 2024

El cubo de Rubik: activador neurocognitivo


      El juego del cubo de Rubik es considerado por muchos especialistas como un activador neurocognitivo debido a sus efectos positivos en el cerebro y en la cognición. Resolver un cubo de Rubik requiere una combinación de habilidades cognitivas y motoras, lo que lo convierte en un ejercicio mental estimulante. Algunos de los aspectos neurocognitivos que se ven favorecidos por el cubo de Rubik son: razonamiento espacial, memoria, concentración y atención, capacidad de resolución de problemas, coordinación motora y, por supuesto, la paciencia y la perseverancia.

      El cubo de Rubik (el pequeño, el 2x2) es posible aplicarlo a personas con algunos pacientes con trastornos neurocognitivos de carácter leve, e incluso, moderado pero hay que seguir unas secuencias o pautas didácticas muy precisas. Por ejemplo, primero hay que enseñar al paciente a poner una cara cualquiera con tres colores iguales. Al cabo de unos días (o semanas) de aprendizaje, enseñar los tres algoritmos básicos para hacer una cara completa de un color. Pero previamente tiene que aprender a manejar las manos haciendo una, o varias, secuencia de movimientos... 

      No, no es fácil la faceta pedagógica que exige trabajar con un paciente con el cubo de Rubik pero los resultados ─al cabo de cierto tiempo─ son muy alentadores y satisfactorios.

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